En su implacable afán por engañar a las masas, nuestros medios de comunicación han vuelto a protagonizar otro bochornoso recital de manipulación periodística.
En esta ocasión, el escenario ha sido
la embajada rusa en Kiev, Ucrania. Allí el pasado sábado un grupo de 200
gamberros neonazis la atacaron lanzando contra ella huevos y cócteles
molotov, llegando incluso a volcar y destrozar los coches de los
empleados que en ese momento estaban trabajando en las oficinas de
dicha embajada. Para culminar su ultraje, estos gamberros retiraron
la bandera rusa que ondeaba en el edificio, todo ello mientras las
fuerzas de seguridad ucranianas miraban impasibles estos incidentes.
Pero lo mas escandaloso ha sido
contrastar primero la información de estos sucesos, la cual está
disponible en Internet a través de numerosas fotos y videos, y luego
contraponerla a cómo la han presentado al público las diferentes
radios y televisiones de nuestro país.
Para ilustrar mejor estas afirmaciones,
les voy a mostrar en primer lugar un video en el que la prestigiosa
Televisión Española (TVE) “informa” de estos hechos en apenas
minuto y medio.
“Un grupo de manifestantes”: Así
es como TVE llama a los gamberros neonazis que se congregaron frente
a la embajada rusa en Kiev, los cuales, como muy bien señaló el
Ministro de Asuntos Exteriores ruso Serguéi Lavrov, “buscaban
invadir el edificio y derramar sangre”. Pero la cosa no quedó ahí.
Por ejemplo, ¿por qué los reputados periodistas de TVE no mostraron
las innumerables esvásticas que fueron pintadas en las verjas,
puertas o incluso en los coches que los gamberros volcaron justo en
frente de la embajada?
Y no sólo esvásticas, sino banderas y
carteles en las que no se ocultaba la filiación ideológica de
semejantes “manifestantes”.
Aquí está el video de lo que realmente sucedió allí:
.
Ahora bien, ¿por qué ese denodado esfuerzo por parte de los medios en ocultar esta evidencia: que el sector más radical y activo del nacionalismo ucraniano mantiene una línea política y de acción social ABIERTAMENTE NAZI? ¿No será porque si ellos cumplieran con su obligación profesional y contaran la verdad de lo que pasa en Ucrania, entonces la mayor parte de la población española abominaría de la “Revolución de Maidán” y automáticamente dirigirían sus simpatías hacia los insurgentes que combaten en el sudeste del país?
Efectivamente, no es necesario ser un
experto para comprender que, desde el inicio de las revoluciones
árabes, casi todos los medios españoles y europeos han “cerrado
filas” en cuanto a información internacional se refiere,
manteniendo una línea editorial claramente unidireccional (por
ejemplo, cuando demonizan a Putin comparándolo con Hitler y los
nazis, mientras que al mismo tiempo silencian el auge del nazismo en
Ucrania, el cual ha sido y es alimentado y teledirigido por los
Estados Unidos), encaminada exclusivamente a defender los bastardos
intereses imperialistas de la OTAN (Organización Terrorista Aliada de los Nazis).
Mientras gran parte de la población
española y europea vive anestesiada a base de fútbol y tertulias
políticas vespertinas tan banales como vacías de contenido, las
grandes potencias continúan luchando en al menos dos
frentes abiertos: Siria y Ucrania. ¿Será la situación en Irak el
detonante que desequilibre la balanza y provoque un giro de los
acontecimientos tan radical como inesperado?