18 ago 2014

LOS ORÍGENES DEL NEOFASCISMO UCRANIANO




PARTE I

La génesis del ultranacionalismo ucraniano se remonta a inicios del siglo XX. Su primer foco de irradiación fue la región de Galitzia, situada en el extremo oeste del país. Allí, en la década de los años veinte, germinó entre los jóvenes intelectuales –aunque también en los núcleos emigrantes residentes en ciudades como Praga, Viena o la localidad checa de Poděbrady– el llamado “nacionalismo integral”. El mismo surgió como reacción a los sucesivos fracasos por consolidar un estado ucraniano durante la revolución de 1917. Paralelamente, en 1920 un grupo de jóvenes oficiales fundó la Organización Militar Ucraniana (UMO) que tenía por objeto proseguir la lucha por lograr un estado independiente. Sus integrantes no dudaron en recurrir a la violencia para atacar a las autoridades polacas y a las instituciones del Estado.


                   Dmytro Dontsov, téorico del nacionalismo integral



DMYTRO DONTSOV. EL IDEÓLOGO DE LOS AÑOS VEINTE

El principal ideólogo de nacionalismo integral ucraniano fue Dmytro Dontsov (1883- 1973), un escritor y crítico literario nacido en Melitopol, localidad situada al este del país, que posteriormente se estableció en San Petersburgo para cursar la carrera de derecho. Tras militar en el Partido Laborista Social Democrático Ucraniano (USDRP), en 1917 instaló su residencia en Lviv (capital de Galitzia). Allí editó una publicación mensual muy influyente, Natsionalizm, a través de la cual propagó su voluntarismo nacional, inspirado en el pensamiento del filósofo alemán Friedrich Nietzsche. Sin duda, Dontsov fue el teórico responsable del cariz anti- ruso del incipiente nacionalismo ucraniano. En 1925 se apartó de la actividad política para centrarse en su faceta literaria. Fue en aquella época cuando tradujo al ucraniano obras como “La doctrina del Fascismo” de Mussolini y el “Mein Kampf” de Adolf Hitler.


                 miembros de la asamblea fundacional de la OUN en Viena


DE LA TEORIA A LA ACCIÓN

En 1929 la UMO participa junto a otros grupos similares en la fundación en Viena de la Organización de los Nacionalistas Ucranianos (OUN), liderada por Yevguen Konovalets. Concebida como una organización militar clandestina y un movimiento político que se desarrollaban en paralelo, aspiró a lograr una posición predominante en el seno de la sociedad ucraniana. Su objetivo era la independencia nacional y su modelo de estado se basaba en un sistema dictatorial unipartidista que rechaza la democracia y el pujante socialismo de la época. Un mensaje que, principalmente, caló entre la juventud.
La ocupación soviética de Polonia oriental en septiembre de 1939 y el posterior estallido de la Segunda Guerra Mundial parecía favorecer los intereses de la OUN. Sin embargo, la organización se fragmentó un año más tarde, en parte por el vacío de poder existente tras el asesinato de Konovalets a manos del NKVD en 1938. Fue entonces cuando emergieron la OUN (b) liderada por Stepán Bandera y la OUN (m) dirigida por Andriy Mélnik. No obstante, la división obedeció más a enfrentamientos personales que a diferencias ideológicas relevantes.



                           Stepán Bandera, icono del ultranacionalismo ucraniano


El estallido de la guerra también afectó a Dontsov, que fue detenido en Polonia por los alemanes y confinado a la prisión de Bereza Kartuska, actualmente en territorio bielorruso. Allí permaneció hasta que la invasión soviética provocó su liberación, emprendiendo entonces el camino del exilio. Dontsov se instaló en Bucarest, donde trabajó como periodista en el rotativo Batava hasta que se trasladó a Praga tras la ocupación de Rumanía por parte del Ejército soviético. Su periplo acabaría en 1945 cuando pudo huir hacía Gran Bretaña y desde allí marcharse a Canadá. Se dedicó a la enseñanza de la literatura en la Universidad de Montreal hasta su fallecimiento en 1973.



Román Shujévych (segundo derecha fila inferior) dirigente militar del Ejército Insurgente Ucraniano (UPA)


LA CREACIÓN DEL EJÉRCITO INSURGENTE UCRANIANO (UPA)

Durante el conflicto bélico la OUN extendió sus actividades a Ucrania oriental y, en 1942, creó el denominado Ejército Insurgente Ucraniano (UPA) que llevó a cabo una guerra de guerrillas paralela contra alemanes, partisanos soviéticos, tropas polacas y el Ejército rojo.
Así, inicialmente, el UPA combatió contra la Wehrmacht logrando liberar parte de Volinia, región situada al oeste de Ucrania donde mantuvo feroces enfrentamientos con el Armia Krajowa polaco, hasta que en el verano de 1943 los alemanes lanzaron la operación Bandenbekämpfung (BB) para acabar con la resistencia del UPA. Con ese objetivo se movilizaron diez batallones de las SS y otras tropas que, a pesar de su número, no lograron acabar con los nacionalistas ucranianos.
Entre 1943 y 1950 el UPA fue liderado por el general Román Shujévych, quedando la representación política a cargo del mencionado Bandera. Durante la Segunda Guerra Mundial, Shujévych comandó el batallón Nachtigall del Ejército alemán formado íntegramente por 400 voluntarios ucranianos y dirigido por el almirante Canaris, quien por cierto había vetado la creación de la Legión de Ucrania en el seno de la Abwehr. Sus integrantes participaron en el pogromo contra la comunidad judía de Lviv.
Shujévych anhelaba que el batallón se convirtiera en el embrión del futuro ejército ucraniano. Tras su disolución, la mayoría de sus oficiales pasaron a formar parte del UPA, mientras cerca de dos decenas de miembros se unieron a la Freiwilligen- Schützen Division Galizien de las SS que, por cierto, no contó con el visto bueno de Bandera ya que la unidad escapaba de su control.



                       voluntarios ucranianos de la 14a División de las SS


Desde la primavera de 1943 las milicias del UPA combatieron sin descanso contra las tropas soviéticas. En 1944 el Ejército rojo lanzó una ofensiva contra las guerrillas nacionalistas que fracasó. Sus integrantes continuaron con las escaramuzas una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial. De hecho, su resistencia no fue sofocada hasta la muerte en combate de Shujévych en 1950. Por todo ello, el UPA se ha convertido en un destacado referente dentro del imaginario ultranacionalista ucraniano actual. No en vano algunos de los grupos neofascistas que hoy en día operan en el país utilizan como emblema la bandera roja y negra del UPA.




PARTE II


Una vez detallados los referentes intelectuales sobre los que se articuló el nacionalismo ucraniano en los años veinte del siglo pasado –Dontsov y el denominado ‘nacionalismo integral–, a continuación abordamos la trayectoria vital y política de Stepán Bandera, el máximo referente del ultranacionalismo ucraniano.

STEPÁN BANDERA, ICONO DEL NACIONALISMO UCRANIANO


El 30 de junio de 1941, Stepán Bandera, proclamó el Estado independiente de Ucrania en Lviv aprovechando la coyuntura provocada tras la invasión alemana de la URSS. Sin dilación, unidades germanas detuvieron a Bandera y lo transfirieron al campo de concentración de Sachsenhausen, próximo a Brandenburgo. ¿Pero cual fue su periplo hasta llegar allí?



                       retrato de juventud de Stepán Bandera

Nacido en 1909 en una pequeña localidad del extremo occidental del país, Stary Ugryniv, Bandera pronto se interesó por la política, relacionándose con los ambientes nacionalistas en su época como scout en el grupo escolta Plast o en la Unión para la Liberación de Ucrania. A los 18 años ingresó en la clandestina Juventud Nacional Ucraniana y en la Organización Militar Nacional. De familia patriota y religiosa, no en vano su padre era sacerdote de la Iglesia greco- católica ucraniana, en 1929 se afilió a la Organización de los Nacionalistas Ucranianos (OUN), liderada por aquel entonces por el ex oficial del ejército austro- húngaro Andriy Melnyk.  Dos años más tarde, Bandera se convirtió en jefe de propaganda de la citada OUN. En 1933, con los dos principales referentes de la formación (Konovalets y Melnyk) en el exilio, el joven Bandera ejerció como cabeza visible del Ejecutivo Nacional de dicha formación política en la región de Galitzia. En este período al frente de dicha sección regional se esforzó por implantar la organización en diversas localidades del oeste del país, organizando a la vez campañas contra los intereses poloneses en la zona.

En julio de 1934 fue detenido en Lviv por la policía polaca. Tras dos juicios, el primero en relación con su participación en un supuesto complot para asesinar al Ministro del Interior polaco Bronislaw Pieracki, y el segundo en una causa conjunta contra los dirigentes de la OUN; fue declarado culpable de delitos de terrorismo y condenado a muerte



                       Bronislaw Pieracki, Ministro del Interior de Polonia


Posteriormente, su pena fue conmutada por cadena perpetua. En 1938, durante su reclusión en la penitenciaría de Wronki, la misma prisión en la que por cierto estuvo recluida la revolucionaria Rosa Luxemburg, se produjo un frustrado intento de fuga en el que participaron algunos de sus incondicionales. Tan sólo un año más tarde Bandera quedó en libertad cuando los guardias del centro huyeron tras la invasión alemana del país.


GUERRA, OCUPACIÓN Y CÁRCEL

Tras su liberación Bandera, que encabezaba el sector revolucionario de la OUN que apostaba por la vía armada ante el más pragmático liderado por Mélnik que abogaba por la lucha política, se trasladó a Cracovia e intentó reunir a los diversos grupúsculos nacionalistas que apoyaban la independencia en el denominado Comité Nacional de Ucrania.

También buscó apoyo en los círculos castrenses alemanes. Así, en noviembre de 1939 cerca de 800 activistas nacionalistas ucranianos iniciaron sus entrenamientos en diversos campamentos militares de la Abwehr.

Antes de concretarse la Operación Barbarroja que dio inicio a la invasión alemana de la URSS, mantuvo reuniones con los servicios de inteligencia germanos para formar una unidad de combate de voluntarios ucranianos que luchara al lado de las tropas del II Reich. Para poder llevar a cabo sus actividades subversivas le fueron transferidos 2,5 millones de marcos. La relación de Bandera con la Alemania nazi es, según algunos historiadores como David Marples, “ambivalente, táctica y oportunista”.


              soldado soviético preso por tropas germanas en el Frente oriental


Sea como fuera, lo cierto es que el 30 de junio de 1941, coincidiendo con la llegada de las tropas nazis al país, Bandera proclamó el Estado independiente de Ucrania “que trabajará en estrecha colaboración con la Gran Alemania nacional- socialista bajo el liderazgo de su líder Adolf Hitler” (Ley de Proclamación del Estado de Ucrania). Con dicha declaración Bandera pretendía que los jerarcas nazis se vieran forzados a reconocer a Ucrania como estado. Sin embargo, un sorprendido Hitler ordenó, ante la negativa de los nacionalistas ucranianos a revocar su declaración unilateral, “liquidar de inmediato esta conspiración”. Las órdenes eran claras: “todos los miembros del movimiento Bandera deben ser detenidos y, después de interrogarlos a fondo, deben ser liquidados”. Así el 5 de julio, Bandera era arrestado por la Gestapo y trasladado a Berlín, siendo obligado a permanecer en la ciudad tras ser liberado dos semanas más tarde.

Mientras tanto sus partidarios, dirigidos por Román Shujévych, popularmente conocido entre sus hombres como General Dschuprinka, continuaron combatiendo en un doble frente contra alemanes y soviéticos.


DE SACHSENHAUSEN A BERLÍN. UNA OFERTA DE COLABORACIÓN

En enero de 1942, el líder de la OUN fue trasladado al campo de concentración de Sachsenhausen. En el mismo estuvo recluido hasta que a inicios de 1944 un oficial de la Reichssicherheitshaupttamt(Oficina Central de Seguridad del Reich), la temida RSHA creada por Himmler para perseguir a los enemigos del Tercer Reich, contactó con él y con el líder del Bloque de Naciones Anti- Bolcheviques y presidente del nuevo estado ucraniano, Yaroslav Stetsko, para proponerles su liberación a cambio de que combatieran contra los soviéticos. En septiembre de ese mismo año Bandera fue puesto en libertad. Desde Berlín, donde estableció su cuartel general, arengó a sus conciudadanos a luchar contra el Ejército Rojo mientras los alemanes pertrechaban a sus seguidores con armamento para llevar a cabo acciones de sabotaje que mermaran el avance de las tropas soviéticas.



               partida de guerrilleros del Ejército Insurgente Ucraniano (UPA)


En 1944, después de que Bandera fuese trasladado en avión hasta las posiciones germanas en el frente ucraniano, se unió a la lucha de la guerrilla nacionalista junto a las tropas de la Wehrmacht y un puñado de unidades de las SS en retirada.

Finalmente, el 1 de marzo de 1945, Hitler reconoció el Estado independiente ucraniano, tan sólo cinco meses antes del fin de la Segunda Guerra Mundial.




PARTE III


La trayectoria del máximo referente del nacionalismo ucraniano, Stepán Bandera, evidencia la vinculación del mismo con el Tercer Reich tras la apertura del frente oriental en territorio soviético. A pesar de que la guerrilla del Ejército Insurgente Ucraniano (UPA), inicialmente, se enfrentó también a las fuerzas germanas, posteriormente, se erigió en el mayor aliado sobre el terreno de los alemanes para entorpecer el avance del Ejército Rojo.

Más allá de las emboscadas y las acciones de sabotaje tras las líneas soviéticas, durante el periodo de colaboración del nacionalismo ucraniano con el régimen nazi, los integrantes de la guerrilla liderada por Román Shujévych y de la OUN también llevaron a cabo acciones controvertidas.


          cadáveres de ciudadanos de origen polaco tras la masacre de Volhynia


LA MASACRE DE VOLHYNIA, PARADIGMA DEL ESTADO NACIONAL PURO

Miembros de la OUN estuvieron involucrados en diversas actuaciones violentas contra las minorías étnicas existentes por aquel entonces en el país. Como apuntó Stanley G. Payne en su libro Historia del fascismo, la “OUN adoptó un programa de nacionalismo integral autoritario, que resaltaba la acción directa y una ideología romántica, mística, irracional y vitalista. Enfatizaba la identidad racial diferente, la pureza racial de los ucranianos comparados con los pueblos inferiores que los rodeaban, por ejemplo, los rusos.” No es de extrañar, pues, que en mayo de 1941 la organización ultranacionalista materializara el apartado “Política de la minoría” recogido en su programa mediante el cual se ordenaba la deportación de polacos, judíos y rusos hostiles y la destrucción de sus respectivos bienes.

Así, entre 1943 y 1944, una partida de integrantes del UPA, el brazo paramilitar de la OUN, liderada por Dmytro Klyachkivsky participó junto a unidades del Ejército alemán en matanzas como las ocurridas en Volhynia y en el este de Galitzia. Se calcula que cerca de 70.000 polacos, en su mayoría mujeres y niños, murieron a manos de los partidarios de Bandera en la región. El objetivo de las milicias nacionalistas era eliminar a todos los habitantes no ucranianos de la zona mediante una campaña de limpieza étnica. Todos los varones entre 16 y 60 años debían ser ejecutados.



                partida de guerrilleros nacionalistas del UPA


Según el historiador John A. Armstrong, autor de Ukrainian Nationalism, “la teoría y las enseñanzas de los nacionalistas se aproximaban mucho al fascismo y, en ciertos aspectos, como la insistencia en la ‘pureza racial’ fueron más allá de las doctrinas fascistas originales”.

Las masacres, en las que también participaron agentes de la Gestapo, se extendieron a zonas como Kostopol, Sarny, Krzemienenic, Rivne, Dubno y Lutsk. En junio de 1943 las matanzas se aceleraron tras la victoria soviética en la batalla de Kursk que significó un punto de inflexión del conflicto en el frente oriental. Klyachkivsky, que comandaba las unidades del UPA ordenó aprovechar la retirada del Ejército alemán para llevar a cabo nuevas operaciones de limpieza étnica, “pueblos y aldeas [con población polaca] deben desaparecer de la faz de la tierra” afirmó. Entre el 11 y el 16 de julio de 1943 los nacionalistas ucranianos atacaron 167 poblaciones, matando a la práctica totalidad de sus residentes y quemando y saqueando sus propiedades. También las diversas iglesias católicas existentes en la zona sufrieron las acometidas del UPA. Muchas fueron incendiadas y sus sacerdotes crucificados. Sólo en octubre de 1943 la cifra de víctimas polacas muertas en la región ascendió a 15.000. Para contrarrestar sus acciones los mandos del Ejército Rojo enviaron a la zona a más de 30.000 hombres. Desde finales de 1944 hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial la UPA sufrió 89.000 bajas, 91.000  de sus miembros fueron capturados y otros 39.000 se rindieron a los soviéticos.



            el Coronel General Alfred Jodl firma em Reims la rendición del Tercer Reich


CAPITULACIÓN Y DERROTA
La rendición del Tercer Reich, oficializada el 7 de mayo de 1945 en Reims, no supuso el fin de las hostilidades para la guerrilla del UPA. Las fuerzas de la OUN se hicieron fuertes en el este y el sur de Ucrania donde continuaron enfrentándose a los soviéticos una vez finalizada la contienda. Allí se produjeron también encontronazos con las fuerzas de la Armia Krajowa polaca, producto de los mismos se calcula que perecieron cerca de 40.000 civiles polacos y 20.000 ucranianos.

Paradójicamente, la llegada de los soviéticos a Galitzia propició el entendimiento entre los miembros del UPA y la resistencia anticomunista polaca que desde abril de 1945 unieron esfuerzos contra las unidades del NKVD. Una cooperación que se evidenció en el asalto a la ciudad de Hrusbieszów, acontecido en mayo de 1946.

La represión ejercida por los soviéticos provocó que muchos ucranianos se encuadraran en el UPA. Entre las medidas adoptadas por las nuevas autoridades se encontraban las deportaciones de ucranianos a la URSS. Se calcula que entre 1944 y 1956 cerca de 789.000 ucranianos fueron desplazados a la fuerza. De esta manera se impedía que dieran apoyo a sus compatriotas. Además de la despoblación se llevaron a cabo detenciones en masa de presuntos informantes y familiares de integrantes del UPA, muchos de los cuales fueron torturados. Los cadáveres mutilados de los guerrilleros capturados eran exhibidos en público como advertencia.

Por su parte, el UPA centró sus esfuerzos en atacar a las divisiones de combate de la NKVD y a los funcionarios y oficiales soviéticos. También trató de impedir la implantación de colectivizaciones en suelo ucraniano. Fue una guerra sin cuartel en la que los ucranianos llegaron a exterminar a familias enteras para evitar que sus miembros fueran movilizados por el Ejército Rojo. Tampoco los colaboradores escaparon a las represalias que coordinaba la unidad anti espionaje del UPA, la Sluzhba Bezbeky. En Lviv, por ejemplo, los guerrilleros sacaron los ojos a los miembros de dos familias sospechosas de informar a los soviéticos de sus movimientos delante de sus vecinos.



                   Vasyl Kuk vistiendo el uniforme del UPA en 1945


La tenacidad de los ucranianos no empezó a doblegarse hasta 1946, cuando diversas unidades fueron bloqueadas en los Cárpatos. Las bajas sufridas obligaron al UPA a disgregarse en pequeños comandos, de un centenar de miembros cada uno. Fue entonces cuando su actividad se desplazó a la frontera polaco- soviética. Su número había mermado ostensiblemente. A inicios de enero de 1947 el UPA contaba con 530 unidades y 4.456 combatientes.

Ese mismo año los soviéticos lograron, por primera vez, infiltrarse en el UPA. Un hecho que coincidió con la disminución de su capacidad operativa. En 1948 los agentes soviéticos lograron eliminar a Myron, el jefe de la unidad de contrainteligencia de la guerrilla nacionalista.

Los comandos del Ejército Insurgente Ucraniano lucharon hasta 1954. Cuatro años antes, el 5 de marzo de 1950, se había producido la caída en combate de su comandante en jefe, Román Shujévych, en los bosques aledaños a Lviv. Dos años después las autoridades soviéticas afirmaban que el UPA sólo contaba con 252 combatientes. Su último comandante, Vasyl Kuk, fue capturado el 24 de mayo de 1954. Dos años más tarde se certificaba la extinción de los últimos focos resistentes.

La derrota de la guerrilla del UPA provocó un éxodo masivo de los dirigentes nacionalistas que emprendieron el camino del exilio. Su máximo referente, Stepán Bandera, sería asesinado en Múnich en 1959 por Bohdan Stačinskij, un agente de la KGB que le disparó un dardo envenenado. No sería hasta la década de los noventa, tras el colapso de la URSS y la obtención de la independencia, cuando Bandera reaparecería en la escena política como icono del renacido ultranacionalismo ucraniano.


Fuente: http://carlesvinyas.wordpress.com






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Eres libre de opinar, ¡tu opinión cuenta!